Las tensiones entre Israel y Hezbollah han escalado tras una serie de ataques, provocando temores de un conflicto más amplio en Oriente Medio. A pesar de la gravedad de los ataques, ambas partes han indicado una renuencia a participar en una guerra a gran escala, con expertos sugiriendo que estas acciones podrían llevar paradójicamente a una desescalada temporal de las tensiones. El líder de Hezbollah acusó a Israel de cruzar 'todas las líneas rojas', sin embargo, ambas partes han enfatizado su enfoque en objetivos militares, con el objetivo de evitar un conflicto más amplio. Esta situación delicada subraya la naturaleza volátil de las relaciones entre Israel y Hezbollah y el potencial tanto para una escalada rápida como para una contención cautelosa.
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